Por Pepe Carvalho.

El abuso: Sobre la fuga

SECUENCIAS

La caña de pescar se mete en todos los ámbitos. Fingir dejar ser para atrapar con más eficiencia. El libre mercado queda absuelto de intervencionismos para que el capital domine mejor el mundo. La madre le ofrece al niño que elija con libertad su futuro, mientras se lo pauta estrictamente con escuelas privadas y bajadas de línea de todo tipo. La mujer, esa que usted siempre admiró por lo libre- porque lleva una relación absolutamente decontracté con su marido- esa, esa tan free, no le pregunta, no le controla nada, lo deja hacer. Mientras tanto, mientras él cree que fuga, ella hace lo suyo. Y, claro, se encarga de que él se entere de todo lo que desplegó mientras el tipo se creía un libre pajarito. ¿La quiere al revés? Ese amigo suyo que se jacta de que la quiere a la gorda porque con ella siente libre…. él sabe, ella sabe. Los dos simulan que fugan. Y están cada vez más entrampados.

 

UN PIBE CUALQUIERA

“Anda, rájate rápido, pibe, tenés un minuto para no ir en cana. Ahora, corre.”

Y el pibe corrió desesperadamente 30 metros. Logró alejarse de la camioneta utilizada por la brigada policial. La lluvia de balas no tardó en alcanzarlo. Los policías se acercaron al cuerpo sin vida de Tito.

Le pusieron una pistola en su mano.

Pidieron una ambulancia.

LUCIANO,UN PIBE COMO TANTOS OTROS.

-Ah, ¿no querés trabajar para nosotros? Corré. Si cruzas la General Paz, con 200 autos por minuto en cuarenta metros y llegas vivo, tenés la libertad.

Murió, como NN. Su familia logró encontrarlo muchos años después.

 

LA MISMA PELI, RELOADED

Yo esta película ya la vi:

Y sí. Se llama “Aplicación de ley de fugas”. En realidad decir “se llama” es una exageración, ya que se trata de una ley no escrita e imposible de encontrar en los manuales de las policías del mundo entero. Sin embargo, no existe lugar donde no se haya aplicado. Se sabe: el abuso de autoridad ilegal es una institución universal.

 

  1. COMIENZA EL RODAJE: EN SEPIA

15 de agosto de 1972, penal de Rawson. Plena dictadura militar de Onganía. Cárcel de máxima seguridad. Los prisioneros militantes de distintas organizaciones políticas- toman el penal, logran fugar y huyen hacia el aeropuerto de la ciudad. Esperan encontrar aviones para escapar, aun sin tener reserva. No llegan todos juntos, porque en la ciudad no había remises suficientes.

El primer grupo alcanza el aeropuerto. Justo se topa con un avión que se dirigía a Chile. Lo aborda sin heridos. Toma el avión con los pasajeros y logra escapar. Este grupo es recibido en Chile, por Allende, casi con honores. Incluso, hubo un reconocimiento público de su rol como “combatientes”. Y más, se les tramitó y ayudó en su deseo de viajar a Cuba. Imagínese, lector, el odio que iban cargando los militares, para descargarlo todito contra el grupo que quedó. Los muchachos de Trelew veían toda esta escena chilena por televisión.

 

  1. SALE EL SOL

El otro grupo llega, luego de la fuga de sus compañeros. Cuando se acerca otro avión. Desde el comando central del aeropuerto le advierten al piloto para que no aterrice y así evitan la fuga del segundo contingente. Al llegar, los militares y la policía encuentran 19 personas armadas. Negociaciones por acá y por allá,entre algunos disparos intimidatorios de ambos lados. Ahí es cuando la peli se pone espesa, porque intervienela justicia. Se sabe qué dicen siempre: se garantizará la vida de los prisioneros si estos se entregan. Corría ya el 22 de agosto.pepekupkalocalización de móviles gráficos

El odio de los militares hacia los militantes políticos fugados es triple: porque lograron fugarse y, sobre todo, porque no son militares y portan armas. Están en Chile con salvo conducto y preparan un viaje a Cuba.

  1. CAMBIO DE ESCENARIO

La novedad que anticipaba el final: no los llevan al penal de Rawson, como se había pactado. Los trasladan a la base militar de la Armada Almirante Zar.

Esta vez no eran los azules.Los verdes aprendieron también a aplicar la ley de fugas. Estamos adentro de una noche fría y estrellada, 2:30 de la madrugada. Los verdes entran a la zona de celdas. Se trata de una patrulla de la armada bien armada que zamarrea a los presos, ¡vamos, despierten, rajen, aprovechen!

Y, después, disparos a mansalva sobre los 19.

 

  1. COMUNICADO NÚMERO…

16 de ellos murieron inmediatamente. El resto, heridas graves. El parte militar asume la represión y alega que se produjo ante un intento de fuga de los presos.

Unos más y van miles.

 

BALTIMORE, EEUU

Noche lluviosa. Al mando del patrullero, dos policías rubios divisan a un ciudadano negro en actitud sospechosa. Lleva una campera con capucha y, probablemente, tiene un arma entre su ropa.

-Mike, detenelo y fíjate si tiene un arma.

– No, John, me puede disparar, sabés bien, son traicioneros.

– Pero yo te estoy cubriendo, Mike. Mejor, acercá el patrullero y cantale un alto inmediato. Utilizá el parlante.

El muchacho de 18 años ha salido del instituto donde estudiaba. Aún se le mezcla la última clase con el susto por el grito. Se aterra e intenta correr. Pero seis tiros lo perforan.

El informe dice: negativa del sospechoso al interrogatorio.

LA BENDITA EDAD MEDIA

A los locos, a los ladrones y a los enfermos de lepra se los embarcaba en una balsa y se los lanzaba a la deriva. Presos en la inmensidad más grande. Los locos, ese híper lúcidos que, por esa época parecían ver más allá de la media, debían extirparse como peligro social. Mucho más adelante en el tiempo, se comenzó a considerar que tenían “un jugador de menos”. Entonces, llegó el encierro en la estrechez más breve: la celda.

EL MERCADO

Salís a buscar trabajo y las reglas están claras. Los pantalones bien encuadrados, la corbata y el pelo ordenadito. Te dan el laburo, mirá qué suerte tuviste. Fugaste de la posible miseria. Caíste como un chorlito adentro de la cárcel laboral. Toda fuga de un encierro cae en otro. La cuestión consiste en considerar cuál de las celdas es la menos oprimente. Ni el inmenso océano ni los barrotes. Una vida que pueda resolverse con fugas reales de todas las determinaciones que arman los muros dentro de los cuales debemos existir. La escritura es una chance. Por lo menos ahí, no te fusilan por atrás.

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