La persistencia:  Sobre Naruto Uzumaki.

Por Néstor Grossi

Y sí, voy a empezar con el discurso de siempre, con la constante promesa de algún día hablar de la historieta europea y de la nacional: quiero creer que, a esta altura del partido, ya tenemos un asunto pendiente con el Gran Corto y con Juan Salvo; sobre todo, un asunto con la segunda parte de “El Eternauta”. Pero se las debo. Y juro pagar. Así que dejaremos nuestras tropas donde el número anterior. De nuevo nuestro destino es el Imperio del sol; el objetivo: la persistencia.IMG_20151021_010559

Duración o existencia de una cosa por largo tiempo; firmeza y constancia en la manera de ser u obrar: esa es la definición de persistir según google y el maldito diccionario. También es la forma de describir a un joven ninja que juró convertirse en el Hokage de su aldea y no rendirse nunca ante nada ni nadie, jamás. Voy a contarles la historia del ninja idiota y de un manga que creció junto a sus lectores, mientras atravesó quince años de historia, hasta finalizar, hace casi menos de un año.

Bienvenidos a la Aldea Oculta de la Hoja. Ese muchachito rubio que ven ahí, con la sonrisa dibujada y los dedos en “V”, no pertenece a ninguna agrupación, es Naruto Uzumaki: el héroe más grande de todos los tiempos.

PRIMERO, LO PRIMERO.

En agosto de 1997, el dibujante de manga, Masashi Kishimoto, se encontraba trabajando en una one-shot , (historieta de un sólo capítulo) titulada “Naruto”. Era para la revista” Akamaru Jump”. Su lanzamiento fue perfectamente recibido. Aun así, Kishimoto reveló que trabajaría en una nueva historieta, “Karakuri”, con la cual competiría por el premio IMG_20151021_010514Hop Step Award: y, aunque lo ganó, el proyecto no llegó a conformarlo. A decir verdad, a los lectores, tampoco. Ok, pensó, de todos modos no se sentía cómodo con los personajes femeninos. A Masashi le gustaba crear personajes masculinos adolescentes, con preferencia por el estilo pandillero o por los viejos  oscuros. Así que no se anduvo con vueltas para retomar aquella historia del pequeño ninja cabrón, que tan bien había sido recibida.

Kishimoto es un autor y dibujante contemporáneo, nacido en la ciudad japonesa de Nagi en 1974.Un declarado fanático de Akira Toriyama y de Dragon Ball. Y un eterno enamorado de la obra suprema “Akira”, de Katsuhiro Otomo.

Tenía 25 años cuando publicó a Naruto. Así, cambió el estilo de las historias de ninjas que se habían publicado hasta ese momento. Por supuesto, lo increparon al respecto, a lo que él contestó:

Al principio, me sentía un tanto rebelde; me parecía innecesario que un japonés hiciera un ninja típico de su país. El protagonista es rubio y tiene los ojos azules. Pensaba que un ninja no tenía por qué esconderse en las sombras por el mero hecho de serlo. Decidí que llevara ropa de color naranja para hacerlo llamativo; y que fuera ninja abiertamente. En otras palabras, quería hacer un manga sobre ninjas de estilo pop, que representara lo contrario a los convencionales

Y, obviamente, lo logró.

RAMEN PARA TODOS.

El manga” Naruto” fue publicado por primera vez en 1999, por la editorial japonesa Shueisha, en la edición número 43 de la revista “ Shonen Jump”. Desde entonces, su publicación continuó con un nuevo capítulo por semana.

Los primeros 483 capítulos se encuentran IMG_20151017_113247recopilados en 51 volúmenes; el primero fue lanzado el 3 de marzo de 2000 y el último, el 30 de abril de 2010. Los primeros 238 relatos son conocidos como la “primera parte” y constituyen el inicio de la cronología de “Naruto”. Mientras que los números 239 a 244 comprenden una serie enfocada principalmente en la juventud de Kakashi Hatake, el primer maestro de “Naruto”. Todos los capítulos subsecuentes corresponden a la “segunda parte”, que continúa la narración original.

Hasta el volumen 70, “Naruto” ha vendido alrededor de 200 millones de copias impresas en todo el mundo, con más de 130 millones de copias en Japón y 75 millones, en otros 35 países. Por lo que es la tercera serie de manga más vendida de la historia.

“”Solía bromear acerca de lo mucho que me gustaría que este manga tuviera éxito en el extranjero, pero no me imaginaba que fuera a gustar tanto en todo el mundo. Después de empezar la serie, me di cuenta de que para las personas de otros países los ninjas son fascinantes“, aseguró Kishimoto, a un medio de su país, ya a sus 41 años.

Sin embargo, la historia no termina en el volumen 70. El oficialmente último tomo, el 72, fue publicado en febrero del 2015 en Japón. Después de 700 capítulos y 15 años de historia, el manga de “Naruto” llegó a su final.

Si, dije “oficialmente”, porque hay un tomo 73 con diez anexos o capítulos más. No lo sé, en realidad: no los leí, ni pienso leerlos. Al menos, hasta que la serie llegue a su final en la tv. Solo en este caso, prefiero ver el final en formato animé.

EL ZORRO MALDITO.

Era una noche de luna llena cuando, en el horizonte de Konhoa, apareció una enorme bestia que aullaba, decidida a destruirlo todo. Fue esa la primera vez que la Aldea Oculta de la Hoja recibía un ataque directo, a cargo de un demonio llamado Kyubi: el zorro de las nueve colas.

IMG_20151017_112113Las tropas de Konhoa no podían hacer mucho. El Kyubi tenía el poder de arrasar la Aldea en minutos. Así  que el Cuarto Hokage tuvo que tomar la peor decisión: no había otra que enviar a la muerte a sus tropas, solo para detener a la bestia. Eso hizo, mientras él y su esposa encontraban al portador del demonio, para arráncaselo y sellarlo en otro cuerpo. Ese fue el último gran acto del líder de la aldea. Un  Hokage debe sacrificarlo todo por su gente. Y, para crear un sello de invocación, debería utilizar todo su chakra hasta morir. Pero eso no era ni lo peor ni el sacrificio más grande. El cuerpo:  el recipiente donde volvería a encerrar al demonio sería el cuerpo de su propio hijo, un recién nacido  al que habían llamado “Naruto”. Uzumaki de apellido, como su madre.

La noche del Kyubi fue la tragedia más inmensa en la historia de Konoha. Se habían perdido cientos de vidas, incluidas las de la familia del Hokage. Minato y Kushina estaban muertos y no habían dejado descendientes.

Con la Muerte del Cuarto, el Tercero tuvo que reasumir b00114_ph03-680x453el puesto de Hokage y ocuparse del hijo de Minato y Kushina. Tenía que ocultar la identidad del chico: aunque la aldea estaba al tanto de que, en el interior de Naruto, estaba la bestia, nadie tenía el dato de quiénes eran sus padres. Así que El tercero publicó un decreto con la prohibición de hablar sobre el ataque del Kyubi. Nadie debía saber quién era Naruto en realidad, ni siquiera él mismo.

Naruto Umazaki creció solo y odiado por todo el pueblo. Ajeno a sus raíces y sin un amigo, sin nadie que lo esperase al llegar a su casa, pasaba sus días en las hamacas del parque, preguntándose por qué la gente tenía esa mirada hacia él; por qué los padres tomaban a sus hijos de la mano y apuraban el paso cuando lo veían de lejos. Nadie quería permanecer en su presencia.

Eran unos idiotas. Naruto pensaba convertirse en el más fuerte de todos los ninjas de la aldea, pensaba ser el Hokage y ganarse los corazones de todos: ese era su objetivo, su camino ninja. Y nada ni nadie iban a detenerlo jamás. Tarde o temprano, lo reconocerían. Mientras tanto y para llamar la atención, se la pasaba por el pueblo, cagada tras cagada.

HOKAGE

En el mundo de Naruto, los ninjas – además de dominar las armas y la lucha cuerpo a cuerpo- poseen el don de manejar el Chakra que los recorre y los transforma en energía. Esa energía es la que utilizan para trazar manualmente los sellos que pertenecen al zodíaco chino.

Un verdadero ninja tiene un camino y una ley. Su camino es personal, pero la ley es siempre la misma: “La Voluntad de Fuego” afirma que todo verdadero ninja de Konoha debe amar, creer, proteger y luchar por el bien del pueblo y de lo que cree. Y debe IMG_20151021_010635hacerlo siguiendo las hazañas de las generaciones anteriores.

La Voluntad de Fuego da al ninja verdadero la fuerza para persistir en su lucha, contra viento y marea, con una total fuerza de voluntad y carácter.

Los países operan como entidades políticas separadas, gobernadas por señores feudales. Dentro de estos países, están las aldeas ocultas (asentamientos de viviendas ninjas). Una aldea oculta mantiene la economía del país, mediante la formación de jóvenes ninja. Los instruye para realizar misiones en otros países y cobrar por ellas. El ninja de una aldea oculta también sirve como fuerza militar para el país de origen. Los líderes de las aldeas ocultas están en igual posición que los líderes de sus países respectivos. En la trama, existen hasta cinco países diferentes: el País del Viento, el País del Fuego, el País del Relámpago, el País del Agua y el País de la Tierra, conocidos- en su conjunto- como las «Cinco Grandes Naciones Shinobi». Estos países son los más poderosos en el mundo de Naruto y son gobernados por un señor feudal. Y en las aldeas ocultas administran los Kage.

La Aldea oculta de la Hoja es la más poderosa de las 5 naciones y está ubicada en el País de Fuego. Y, sí, no era casualidad que la nación más poderosa  contratase al Kyubi. Cada demonio tiene una cola y, a mayor número de colas, mayor poder.

¿Podrá Naruto dominar la bestia Kyubi que lleva adentro?

¿Se convertirá en Hokage?

BASTA, una línea más y la cago contando cómo Naruto terminó por unir las cincos naciones y  cómo acabó convirtiéndose en el héroe de su aldea.

MEJOR, NOS VAMOS.

Ya estoy al borde del spoiler o de contar el argumento, cosa a la que nunca llego. Además, hundimos ahora el pucho en el cenicero, por una simple razón. Hasta acá nos animamos. Hora de levantar campamento y volver a casa. Esta vez voy a cumplir mi palabra, nos vamos de Japón. Ésta fue la segunda y última nota de sobre manga, por ahora. Gracias por soportar, mi querido Anartista, pero me resultó imposible otra cosa.

El tema fue la persistencia y, de todos los héroes de IMG_20151021_011938comics, Naruto era el único que encajaba a la perfección. Además de manejar todas las técnicas y jutsus ninjas, además de lograr controlar al zorro de 9 colas y abastecerse de su poder, la verdadera fuerza de Naruto reside en dos simples cosas: era la clase de personaje que podía saber cómo se sentía un enemigo, nunca hubiese humillado a nadie. Y esa voluntad de fuego- su camino ninja- lo obligó a cumplir por siempre su palabra. Naruto nunca se rindió ante nadie. A través de quince años, mantuvo su palabra de nunca dejarse vencer para convertirse en el Hokage. Batalla tras batalla, se levantaba hasta vencer. Si no lo hacía por la fuerza, se arreglaba con la palabra.

Naruto Uzumaki tenía un don: la persistencia. Inteligente no era, salvo por momentos y en batalla. Todo lo que logró fue por mantenerse firme en sus ideales. En pocas palabras, a puro huevo y constancia: la única manera que encontró de convertirse en el ninja más poderoso y en el héroe más grande y glorioso de todos los tiempos.

Y otra cosa: las aventuras de Narauto quedarán por siempre. Sobre todo, para los lectores que, literalmente, crecieron con su héroe. Me atrevo a decir que Naruto permanecerá en la historia del comic mundial, a la altura de Superman y Batman. Será  algo parecido a lo que Robin Hood  es para la literatura inglesa.

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