El cuerpo: Entrevista al Maestro Juan Carlos Herrero.

Por Julieta Strasberg

Fotografías y pinturas: Julieta Strasberg

 

Humanidad, divino tesoro. Técnica mixta (acrílico y óleo) sobre tela. Artista: Julieta Strasberg
Humanidad, divino tesoro

-¿Me querés? 

-Mucho.

-¿Hasta dónde? 

-Hasta el infinito.

-¿Dónde queda eso? 

-Es el cielo y más allá.

-Entonces, enseñame a soñar.

-No puedo, tengo urgencias del día a día y hambre que saciar.

-¡Entonces, no me querés nada! Quiero cerrar los ojos y desplegar posibilidades. Saberlo: soy yo quien puede habitar ese mundo como los demás, ser un otro entre tantos. Soñar que es posible sin límites, aunque me despierte en medio de la ausencia. ¿Tenés  vuelo? ¡Prestame!: lo necesito para llegar hasta ese lugar bien alto. Al menos, para impulsarme e ir más allá. ¿Me acompañás? Dale, ¿no dijiste que me querías? No tengas miedo de verme caer. ¿Qué es el amor si no el cuidado del otro?

Un flautista atrae con su música a las ratas y las aleja del poblado, por allá por Hammelin, o por cualquier lugar. Por acá, un Director blande su batuta y lucha con gigantes que no son molinos de vientos. Y sueña fuerte, grande. No hay Dulcineas, aunque  muchos Sanchos acompañan el desafío a lo dado, a lo instituido. La apuesta de crear donde el mercado no llega, plantar lo que no se veía posible y recolectar solo con la promesa de seguir el ciclo virtuoso.

La lluvia y el viento golpean las plantaciones, las retrasan, las secan y mueren solo para aprender que, aun desde lo enterrado, se puede volver a sembrar.

-¿Me querés?

-Mucho.

-¿Por qué?

-¿Y por qué no?

-Porque nadie me enseñó a soñar. ¿Me enseñás?

 

Sueños de la tierra. Acrílico sobre tela (díptico). Artista: Julieta Strasberg
Sueños de la tierra

 

MERCADO DE AUSENCIAS

¿Qué significa para ustedes poner el cuerpo? Salí de allí sin preguntar lo más importante. Pasaron los días. Escuchaba los audios de las entrevistas realizadas, como entre alientos de un respirar que no necesitaba inspiración para dar testimonio. Sólo recogía las preguntas que se habían transformado desde el proyecto inicial hasta el encuentro con esos otros. Mientras me preguntaba por ese encuentro, una primera ausencia se hizo evidente: la del Estado.

 

En banda. Óleo sobre tela. Artista: Julieta Strasberg
En banda

¿En qué contexto histórico surge la Orquesta Escuela de Berisso?

Hace largo tiempo que el Estado se retrae. Claro, no es lo mismo la situación acá que en Francia o en Alemania. Pero, si uno observa con detenimiento, el Estado no ha dejado de retraerse. De hecho, ese viejo concepto del Estado de Bienestar, del cual gozaron los europeos, hoy es un pasado. Quedan reductos, algunas señas. El día en que veamos esto desde una perspectiva histórica, lo veremos como período de transición, de pasaje. Hoy, se cree que el Mercado va a hacerlo todo. Pero el Mercado no tiene subsidiariedad. El Mercado no tiene la posibilidad de amparo al más débil. No la tiene.

No es rentable, no le interesa.

No. Y no es que vamos a sustituir un sistema por otro más perfeccionado. Vamos hacia uno que, en muchos aspectos, resulta triste. En Argentina es producto de que, después de la guerra, el peronismo fue una realidad muy corta, pero con una expansión muy grande, que quiso plantearse como una tercera posición. Es decir, tuvo una aspiración a que el Estado siguiera siempre como lo que era. En relación a esto de la desaparición progresiva del Estado, recuerdo un lugar como Colombia, donde el poder se asentó de manera tremenda, puesto que era un espacio estratégico, y se dividió a la sociedad para poder dominarla. Ahí está claro que el Estado está ausentísimo. Uno piensa que existen trabajos que le corresponderían al Estado y así persiste en el imaginario popular. Ese desfasaje enorme se traduce primero en lo macro y después en lo micro y se refleja en una democracia absolutamente ficcional. Ficcional, porque las decisiones pasan en otros lugares, con otras dinámicas. Entonces, la voluntad popular se traduce en un poder mínimo, en una sola palabra: impotencia, la que se ve diariamente en las escuelas que se caen a pedazos. Hasta que aparezca el ser humano con su espíritu, el héroe, que busque donde no lo hay, que haga milagros con lo que le dan. 

 

En la Orquesta Escuela Berisso.
En la Orquesta Escuela Berisso

EL HÉROE RESISTENTE

Aquella ausencia se escurría ante la imagen del héroe, ante aquellos que le ponen el cuerpo al encuentro con el otro y al encuentro del otro consigo mismo. Aquel frío sábado de mayo la Orquesta Escuela de Berisso y su gente se meterían en mi cuerpo con esa intuición tan alejada de quienes señalan en el origen un destino. El testimonio del diario, desafío de la integración y la puesta de aquellos cuerpos al servicio de ese programa, hizo innecesario y redundante preguntar por los cuerpos a  quienes lo hacen en cada proyecto y con cada joven.

 

Sísifo escala la montaña Pintura acrílico sobre tela. Artista: Julieta Strasberg
Sísifo escala la montaña

¿La Orquesta Escuela es un acto de qué tipo singular de resistencia?

Sí, es un acto de resistencia, sin ningún lugar a dudas. Inconsciente, en algunos casos. Es querer que, en algún espacio, la cosa no sea una dinámica de cumplimiento: es decir, cumplo y miento. Que no sea que cada uno vaya a su trabajo y haga lo menos que pueda, ese desgano vinculado con la percepción de que nada funciona, porque nada funciona a nivel macro. Esa tendencia nefasta y demoníaca que lo demuele todo y deja solo la inercia de un sistema educativo que fue fuerte en la Argentina y del que solo queda la inercia. De tanto en tanto, los heroísmos lo rescatan para que no termine por ser la mayor miseria posible que uno pueda llegar de imaginar. Pero, lamentablemente, no alcanza.

Por lo menos alcanzó para ser el empuje e iniciar todo esto, la Orquesta Escuela. Quería saber más de este programa y de sus tareas.

En la Orquesta Escuela Berisso
En la Orquesta Escuela Berisso

La Orquesta Escuela de Berisso comenzó en esta zona que se llama La Franja, que no tiene identidad, no se siente berissense. Esta región se pobló mucho en los años 90, con la llegada de los pueblos vecinos peruanos, paraguayos, bolivianos. Hoy en día esta población de la franja significa la mitad de Berisso, con respecto al otro Berisso ribereño, el tradicional, que se fundó alrededor de los saladeros, en un principio, y luego alrededor de los frigoríficos. Cuando el último frigorífico se fue, Berisso quedó como un municipio sin rumbo, sin fuentes laborales, sin sentido de ser, sin horizonte ni proyecto. Y, mucho menos sentido, tiene La Franja, que ni siquiera se siente parte de esa historia más profunda. El Berisso ribereño es el de los inmigrantes que lo forjaron, una gran inmigración europea que mantiene sus tradiciones. La Franja es una zona sin historia. Aquí empezamos y de acá nos ramificamos a los barrios más distanciados. Muchas veces la falta de oportunidades no solo tiene que ver con el bolsillo, sino con vivir en zonas donde no hay tradiciones. Al no tener tradiciones, no puedo  enterarme de, por ejemplo, la existencia de la música llamada clásica. Por falta de conocimiento, también hay una falta de oportunidades. Si vas la periferia, uno se asegura que ese mensaje va a llegar. La invitación nuestra no es quimérica, desde el primer día, se pone un instrumento a manos del chico y se vence el mito de que ese instrumento está solo para mirarlo. El instrumento está para acceder a él, para tocarlo. Junto a ellos, trabaja un profesor y un grupo. Ese trabajo es arduo y a contracorriente. Yo empecé a venir simplemente con la vocación musical y con la batuta en mano. A dirigir, como cualquier director. Tuve que dejar eso de lado y dedicarme a tareas de gestión que exigían mucha mayor dedicación. Aun hoy dimos un paso más adelante porque la coordinación ya no la detento solo, la compartimos. Uno de los chicos salidos del sistema es actualmente del equipo coordinador, Brian, tiene 24 años. Nosotros lo conocimos a los 11 años, se enteró de la existencia de este proyecto, descubrió su vocación. Su familia se mudó al sur a la Patagonia y él se quedó con nosotros, estudió en la universidad, solo le falta la tesis y hoy en día forma parte del equipo coordinador. Toda una historia.

 

EMPODERADOS: IGUALES PERO DIFERENTES

Y nuevamente surge la posibilidad y el cuerpo se afloja, se hincha de esperanzas y de promesas. Así, en este lugar, esos jóvenes  estudian y juegan en la Orquesta Escuela y aprenden que poner el cuerpo no es siempre un riesgo, como antes lo sentían. Ahora es entender que habían  vulnerado sus derechos. Aquellos a quienes el sistema instituye en vulnerados son, en este espacio, empoderados. Esos cuerpos se hacen grandes, aun pequeños, cuando en sus manos toman un violín o, entre sus piernas, se estremece una viola, un violonchelo o un contrabajo.

En la Orquesta Escuela Berisso
En la Orquesta Escuela Berisso

La Orquesta Escuela Berisso acerca a los jóvenes la posibilidad de participar de un proyecto educativo comunitario que aspira a incluir y facilita el acceso a ciertos bienes culturales a sectores sociales tradicionalmente más alejados de esa posibilidad. “¿Música clásica en los barrios vulnerados? ¡Qué osadía! Que aprendan un oficio, algo útil”, resuena en algún sector para el cual poner el cuerpo es decidir el próximo destino de veraneo, comprar ropa en algún país del norte o realizar alguna cirugía estética.

La historia de Brian me fascinaba y quería escucharla por él mismo. Imaginaba, igualmente, que no sería la única. Y deben haber otras historias como esta que no llegan a ser tan completas, aunque que se repiten.

La fuente de vida. Pintura acrílica sobre tela. Artista: Julieta Strasberg
La fuente de vida

 

¿Cómo son los chicos que vienen acá?

En la Orquesta Escuela Berisso
En la Orquesta Escuela Berisso

Hemos conocido todo tipo de historias, de lo más variadas. La familia de hoy atraviesa momentos muy difíciles. Los chicos también son diversos, pero todos manifiestan una gran alegría. Creo que lo intuyen: detrás de ese instrumento, que seguramente alguno vio en la televisión, hay la posibilidad real de aprehenderlo e, incluso, de hacerlo en grupo. El ser humano, hoy, para salvarse, debe encontrar un grupo de pertenencia. La Orquesta Escuela se ha convertido en eso, uno que puja, que quiere, que insiste en el tiempo, que se  perfecciona, que intenta las cosas de la mejor manera posible. Así que verdaderamente estamos contentos a pesar de todas las pruebas  a lo largo de los años.

¿Y cómo se trabaja la diversidad?

De por sí la propuesta es grupal y hace que el chico entre en una dinámica distinta a la de otros grupos a los que pertenece. Por tanto, ahí ya tenemos parte del trabajo hecho. Nosotros lo invitamos a una tarea en conjunto, significativa. ¿Por qué significativa? Porque se evidencia un progreso, porque algunos de sus profesores son chicos salidos del sistema, porque ven que algunos tienen trabajo o lo intuyen o sus padres se lo cuentan. Así, tienen la ocasión de aplaudirlos por lo que hacen en los conciertos. Hay muchísimos casos de vulnerabilidad, pero nosotros no nos hemos convertido en una escuela-orquesta-diván.

Justamente, mencionás que estamos en una escuela, aunque es diferente, con otra dinámica. ¿Cómo se pone el cuerpo y se habita un espacio igual pero diferente?

La escuela tiene héroes también, sin lugar a dudas. Fuera de eso, el sistema está absolutamente colapsado, anacrónico, abatido. Solamente los héroes subsisten  en la batalla día a día. Y yo los conozco a esos héroes desde el primer día de mi vida porque fui a una escuela de campo, donde una sola persona era maestra, directora, portera, con una casa al lado de la escuela. Esos héroes subsisten. Ayer vi una escuela rural de 5 alumnos en total, que aprenden a leer y a escribir, contenidos emocionalmente. No sé la historia de esos chicos, pero se entrevé que en la escuela encuentran un lugar, no porque el sistema esté fuerte o triunfante, con objetivos claros, sino porque la sostienen los verdaderos héroes. Cuando no existen esos héroes, cuando solamente encuentran trabajadores casuales,  cansados de tanta desazón, de tanta falta del sistema, el chico no encuentra la contención y no encuentra una tarea significativa para distraerse, para olvidarse de sus muchos problemas En esta Orquesta Escuela no pasa tanto eso. Los chicos  acá suben y bajan las escaleras con el instrumento, no se rompe nada ni se roba. Tenemos respeto de la comunidad,  se impone naturalmente porque no mezquinamos. Hacemos magia, porque tenemos unos 250 instrumentos comprados por fuera de la lógica estatal y esos instrumentos circulan a lo largo de los distintos núcleos. Hicimos una tarea muy loca, nos hemos esparcido mucho y cambiamos la dinámica de los conservatorios. Los conservatorios se instalan en un lugar, por lo general, central, y esperan que acudan a ellos las vocaciones. Nosotros, lejos de eso, vamos a la búsqueda y situamos los núcleos cerca de donde los chicos viven. Es la única manera de que se entere, de que le quede fácil llegar. Se suben a un micro a las 7:30 de la mañana y nosotros, con ellos. Entonces, esa permanencia, sumada al hecho de estar cercanos en el barrio, marca un ritmo con el que jugamos el juego social de la música. Llueve, truene, haga frío, calor o lo que sea. Y eso forma parte de la significación de la tarea que nosotros le planteamos al chico. Una tarea fenomenal. Ensayar todos juntos implica micros, comida, comunicación con los padres para que no falten. A pesar de los mil factores, esa es nuestra tarea, desde la compleja y enorme diversificación en los lugares de presencia, en los barrios. Pero es la única manera de lograr llegar al chico del barrio que sea.

 

MILAGROS DEL HOMBRE COMÚN

Desde lejos, ya nuestros cuerpos ganaban ansiedad al conocer esas experiencias. Inquietudes que guiaron este acercamiento inicial, insuficiente para abarcar tamaña experiencia. Me preguntaba cuál sería la mejor manera de alcanzar la igualdad en materia educativa y, en todo caso, cómo se le pone el cuerpo a la igualdad y se trabaja para ella. Al abrir cada puerta de las aulas, verlos mirar atentos a sus profesores, seguir las instrucciones y respirar al ritmo de esos instrumentos tan desafiantes, pensaba en la transformación de esos cuerpos a partir del paso por el programa. Los profesores, los instrumentos, las aulas, la dinámica grupal, el trabajo individual, los héroes de los que hablaba Juan Carlos. El Estado resonaba como un encuentro fallido en medio de tanto esfuerzo.

 

¿Qué es la igualdad?

Son oportunidades y la primera es que te puedas enterar, democratizar el conocimiento de que existe este producto de cultura. Generalmente, el ser humano común accede a la cultura de masas, esa que algunos piensan como una mala palabra. Yo lo voy a expresar sin problema porque la cultura de masas solo quiere al hombre común como espectador, no como sujeto activo. Para la cultura de masas sólo hay que sentarse en un enorme estadio a consumir. Una verdadera porquería. Útil a otros intereses, pero no a los del hombre sencillo. Solo se construye a partir de que el hombre puede ser creativo, a partir de que pueda asociarse a otros creativos como él. Y la cultura de masas no genera eso, se parece al cuento de las ratas de Hammelin, que lleva a las masas detrás de cualquier cosa. La calidad empieza con la sencillez del hombre al desplegar sus capacidades creativas. Si solo se lo invita a uno a asistir a un carnaval, a un estadio de fútbol , a sentarse, a mirar y a gritar desaforadamente como un loco, eso deja al hombre común sin capacidad creativa, un poco más sesgado de lo que ya lo hace el sistema económico y la ausencia del Estado. Los líderes son de pacotilla, entrenados en esta miserabilidad de masas y solo interesa  producir otro idiota inútil. Queda solo el heroísmo de la gente común. 

¿El héroe es el hombre común, entonces?

Sí. El hombre común que logra sustraerse de la miseria de la cultura de masas y a quien, a pesar de la miseria económica, le queda la posibilidad de desplegar su potencial creativo. Pero claro, no es ayudado ni siquiera por lo más inmediato, porque la cultura de masas ha roto las identificaciones más pequeñas, las barriales, los clubes, y tiene que hacerlo solo, sin la ayuda de las entidades intermedias. Partidas presupuestarias miserables, líderes miserables, sin comprensión de dónde están parados y cuál es el verdadero sentido de la historia. 

¿Es ignorancia?

Sí. Generalmente, en los medios masivos de comunicación, a los líderes actuales se los tilda, en primer lugar, de ladrones. Yo creo que eso es un error, el primer calificativo de los líderes de hoy en día es la ignorancia.

Es bueno… Hay una frase acá que dice: “sin igualdad no hay inclusión ni calidad educativa”. Conversemos…

Sí, absolutamente. Hoy en día la igualdad a la que se refiere es a la miseria. Entonces, a veces, no alcanzan los conceptos y terminan por ser vacíos. Yo siempre veo muchos docentes luchar a tientas, sin un gran liderazgo ni de intelectuales, ni líderes. Los líderes de hoy se parecen más bien al ciego que guía a otro ciego de la parábola evangélica, ¿no? Se habla de igualdad en un ámbito donde nada funciona. Entonces, igualamos en la miseria. Al mismo tiempo que se tiende a la igualdad hay que generar oportunidades. Hay que generarlas solos, en contra de la corriente.

A pesar de todo.

A pesar de todo. Si no, terminan por ser solo conceptos. Y volvemos a la utopía, la utopía no sirve para mucho. En todo caso, sirve para que en algún momento de desánimo nos pueda regenerar el aliento. Pero, a la corta, la utopía termina por ser quimera. Y hasta puede generar su contrario: desazón. Porque, si la utopía me guía y de repente yo descubro en la realidad cotidiana algo que me tira abajo, termino por patear a la utopía. Hay que tener cuidado. En los ámbitos de los docentes, de los artistas, de formación, suelen estar estos conceptos del lado de la utopía. Hay que tener mucho cuidado y bajarlo a la realidad.

Si no, termina en una burbuja que explota.

Una burbuja conceptual que no hace nada a nadie, porque no le cambia la realidad ni al docente y mucho menos a los chicos.

La igualdad, ¿es un punto de partida o es un punto de llegada?

La igualdad es, en tanto y en cuanto, el Estado supone cuidar nuestra condición de iguales ante ante la ley, iguales ante las posibilidades de adquisición de saberes, de medios materiales, por lo menos, de manera teórica. 

Y en la Orquesta Escuela, ¿la igualdad es un punto de partida o un punto de llegada?

La Orquesta Escuela es un lindo punto de partida que llega hasta donde puede, a partir de identificar qué cosas son verdaderas y lo significativo que es nuclearse alrededor de un proyecto igualitario, significativo. Indudablemente, eso nos da prestigio porque la gente acepta, aplaude y acompaña la labor de la  escuela. Pero, ¿cuál es nuestro techo? El de las posibilidades que son inherentes a no tener el auxilio de una entidad como el Estado.

 

HACIA EL HORIZONTE Y MÁS ALLÁ

Un punto de partida muy nutritivo y sin límites, más que el impuesto por prepotencia de ausencias y de descuidos. Ignorancias que obturan la posibilidad de ser con el otro pero que, desafiadas por las luchas individuales trocadas en colectivas, caen ante la resistencia del colectivo. Un camino que se crea un sistema de postas: las luchas, los saberes, los afectos, las esperanzas, las gestiones, las ideas y los sueños se trasladan de mano en mano. No hay improvisación, aunque se improvise mucho. Un fundamundo desde el presente. Como una flecha arrojada bien alto y bien lejos, hacia el horizonte y más allá.

 

Ser de la tierra y más allá. Pintura en acrílico sobre tela. Artista: Julieta Strasberg
Ser de la tierra y más allá

¿Y cómo seguimos?

Hay que convocar. La mayoría de las veces, no partir de la dificultad. Ahí donde se encuentra la dificultad, que es generalmente colectiva, hay que atender a cómo salir, y no perder la capacidad de visión. Hacia adelante, sólo veo por ahora seguir con el heroísmo y buscar todas las alternativas posibles. Seguir y no de cualquier manera, sino para ser mejores en cada aspecto día a día. Tenemos personal de cocina y le buscamos la vuelta para que sea nutritiva, que tenga gusto y buscar los nutrientes que faltan. Y la cocina es un aspecto muy pequeño de la Orquesta Escuela, es la posibilidad que los días de ensayo general  los chicos puedan desayunar juntos para que suceda lo que sucedió: una costumbre medieval de los monjes, que se diera la lectura mientras se comía. Nosotros la adaptamos y, mientras se toma el desayuno, hay música para que los de un barrio conozcan qué hacen los de otro barrio, porque sin conocimiento no puede haber solidaridad. Entonces, los desayunos son momentos lindos, evaluamos todo el tiempo si los chicos comen bien, y eso mismo que se ve en lo material de la comida sucede en el ámbito educativo. Los chicos aceptan y lo transforman en algo que les permite adquirir capacidades técnicas cada vez superiores y descubrir su vocación.

Se alimentan el espíritu y se alimenta a la persona.

Exactamente…

Y con amor.

Mucho. Mucha dedicación, esa es la traducción del amor. El amor se traduce en dedicación y mucho compromiso diario.

El mercado que aplasta, el Estado ausente y las pequeñas iniciativas que tienen un impacto enorme, pero que cuesta muchísimo.

Muchísimo. Como en esta Orquesta Escuela. La misma lógica. No hay diferencia. Sólo cambia el objeto. El objeto convocante, no el objeto último. El objeto último es dar posibilidades al hombre, al hombre de hoy. ¿Verdad?

Me emocionaste. Gracias.

 

MÚSICA PARA APRENDER A SOÑAR

Preguntar por el cuerpo llenó de sonidos mi sordera. Las respuestas tan contundentes, claras y directas del Director Juan Carlos Herrero, las charlas con Cecilia Palazzo, con Brian Montoya o con Juan lo lograron. ¿Sabés qué es poner el cuerpo? Prestarles a esos otros, tradicionalmente limitados por burócratas demasiado necios. Allí, entre los poderosos, el cuerpo se pone bastante poco. Quizás, algunos días antes de las votaciones, en campaña o para hacer número. Cuerpos para las fotos, para votar o para sumar. Pero, claro, estos chicos aún no suman. Sus cuerpos no pesan en el sistema así que, todavía, son invisibles.

“¿Sabés qué enseñamos acá?”, me preguntó Brian. Ingenuamente respondí lo obvio: “Música”. “Acá les enseñamos a soñar”. ¡Claro! ¿Cómo no me di cuenta? A veces, la verdad se disfraza de obviedad y perdemos las esencias. 

Berisso no está solo en este camino. Se inscribe en una serie de proyectos similares, creados en América Latina, estimulados por organismos multilaterales como la UNESCO, el PNUD, el Banco Mundial, la Organización de Estados Americanos y el BID. Los cuerpos  jóvenes de los más vulnerados son así investidos por las vivencias desde el arte, la música. Pero no son los únicos cuerpos modificados: este hacer impacta también en su entorno familiar, en sus amigos, en su barrio.

Nuestro contacto de acceso al Programa es su creador, el Maestro Prof. Juan Carlos Herrero. El Director, desde su rol y su experiencia, conoce el programa palmo a palmo. Lo gestó en su cuerpo y lo acuna desde entonces, lo ha visto crecer y lo acompaña para independizarlo. Otros hoy siguen sus pasos y él, desde cerca, los acompaña. Es un padre amoroso y exigente. De esos que saben que se puede y por eso piden más. Tanto se puede, nos contará enseguida que, de una escuela con 20 estudiantes interesados, hoy cuenta con 518 estudiantes en 15 núcleos del barrio de Berisso. Además del Director Herrero, nos encontramos con Brian y con Juan, alumnos que ahora devinieron en docentes y que salieron de la formación en la Orquesta Escuela.

Entonces, volvamos al principio. En un día nublado y luego de una intensa lluvia que anegó los caminos, nos recibió Brian, el coordinador, quien amablemente nos dio todas las indicaciones para no perdernos. El primer temor era el acceso al lugar, la distancia y la falta de medios de transporte para llegar. Tal como nos contarán al finalizar las entrevistas, el colectivo más cercano pasa a 8 cuadras del camino donde está la Escuela, en la Calle 126 entre 89 y 90 del Barrio El Carmen. El resto del transporte privado muchas veces se resiste a ingresar al lugar. El avance de un asentamiento barrial en la parte posterior de la escuela, lo ha hecho con numerosas casas precarias, crecidas rápidamente durante los últimos dos años. Allí, los cuerpos habitan viviendas sin servicios sanitarios, ni agua corriente, ni luz, ni gas ni servicios. Algunos de los/as niños/as que concurren a la Orquesta Escuela pertenecen a esos hogares. La historia no termina aquí, sino que se refunda en un continuo de desafíos y de amor. Hasta aquí, solo la entrevista. Gracias.

 

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