"El nacimiento de Venus" Botticelli

Rituales: Sobre el teatro.
Por Carlos Coll

EN EL PRINCIPIO FUE LA MAGIA

El teatro nació en el seno de las sociedades primitivas bajo la forma de rituales mágicos, destinados -a veces- a garantizar el favor de los dioses en la caza o en la recolección. Foto 2 rituales  mi arte en la calle Del rito al mitoLuego fue asociado al desarrollo de las primeras religiones organizadas. Desde sus remotos orígenes, este ha sido un arte ligado a la evolución y ruptura de valores de distintas culturas. Si a ello se añade su extrema vitalidad, fruto de la recreación de situaciones existenciales, y la tendencia del hombre a transformarse en otro y a adoptar su apariencia, no es extraño que las manifestaciones teatrales se hallen profundamente arraigadas en el sentimiento colectivo popular.

 

LA CUARTA PARED

Patrik Grijalvo y Amid cero9
“La cuarta pared” Patrik Grijalvo y Amid cero9

Cada detalle, aunque parezca insignificante, es de vida o muerte. Es más, cualquier alteración de la rutina podría se gravísima (para bien o para mal).

Ya, de movida, quedamos encerrados en una caja de zapatos, aunque una de las paredes sea transparente: la cuarta, que separa a la actriz o al actor del público. Las luces son cómplices en velar esta inexistencia. Como talismán mágico y protección imprescindible, esa pared mantiene la seguridad en el escenario.

 

 

 

LA PREVIA

En los momentos previos a que suba el telón, los actores cumplen con sus rituales y supersticiones.

Vincent Van Gogh
“La noche estrellada” Vincent Van Gogh

Dicen que toda la gente tiene cábalas o rituales para ciertas actividades y, por supuesto, los actores y directores de cine, televisión y teatro no se quedan atrás. A varios se les preguntó qué hacen antes del rodaje o del inicio de una puesta en escena o programa televisivo.
Y el asunto es un largo periplo que comienza con un trabajo en mesa para encontrar el personaje y ubicar los diferentes estratos de la obra. El punto final de este recorrido es la puesta sobre el escenario.
La relajación, los ejercicios con la voz y el cuerpo, el contacto físico entre actrices y actores, el vestuario, las pestañas postizas, el maquillaje, el texto, los movimientos de cada uno de los personajes no alcanzan.
“Siempre procuro tomar algún tornillo del set, que conservo para que las cosas funcionen bien en el trabajo”, dice Damián Alcázar, protagonista de las películas “La ley de Herodes” y “El infierno”.
Por su parte, Irene Azuela, quien ha participado en films como “Quemar las naves” y en la obra “El buen canario”, comenta: “En el teatro intento poner una imagen agradable, como una pulsera que alguien me regaló y que estimo muchísimo, busco apropiarme del espacio; en el cine, no hago nada”.
Alejandro González Iñárritu tiene un ritual perecedero: “Filmé mis primeras tres películas -“Amores Perros”, “21 Gramos” y “Babel”- con los mismos zapatos. Aún los tengo, pero ya no aguantaron para “Biutiful”. Según mi esposa, ¡el olor era insoportable!”, bromeó.
“Yo no entro a un escenario si no me persigno tres veces pidiéndole a San Cristóbal, patrono de los viajeros, que me ayude a mí, al público y a mis compañeros actores. Para mí el teatro es un viaje y tengo a San José, el patrono del trabajo, siempre muy presente”, cuenta Rebecca Jones, actriz en “La vida en el espejo”.
Eduardo España – creador de “Márgara Francisca”-, dice: “Soy muy clavado en la energía, así que prendo la velita y regalo duendes de la buena suerte; en el teatro, antes de subir y al bajar, le doy unos golpecitos al primer escalón del escenario”, señala.
Para Karina Gidi, actriz de “Abel” y de la obra “Incendios”, nada como entrar a escena en óptimas condiciones. “Soy una supersticiosa del calentamiento físico, lo necesito hacer antes, siempre: estiramiento y algo de yoga, depende del personaje. Si no lo hago, me asusto un poco, pero no por eso creo que voy a estar en el hoyo”.
Calentar el cuerpo y el alma: estiramiento de las extremidades, aflojar el cuello y, fundamental, cuidar la voz. No olvidar ningún ejercicio, no vaya uno a caer en un desastre por dejar de lado alguna aparente insignificancia. Mucho menos, la prohibición del color amarillo- yeta- sobre las tablas.

Foto 6 rituales

Así las cosas, antes de que se corra el telón o su sucedáneo- en la modernidad, el telón prácticamente no existe- se despliegan los ritos: acciones erráticas e individuales, ante los ojos de un extraño. Cada caso es una experiencia particular. ´Las señales de la cruz´ se elevan contra la soledad de una pared negra pegada a caras desencajadas, junto a “padres nuestros” mal recordados, que confunden párrafos, y son recitados incluso por ateos.

Pero tenemos que distinguir. La superstición tiene como objeto ahuyentar la mala suerte; el ritual, potenciarnos. Por su parte, no faltan las gárgaras con agua mineral, entre sonidos desafiantes y pornográficos. No voy a olvidarme de las caricias en genitales izquierdos con manos que, como garras asustadas, aprietan hasta el dolor. Y qué decir de esos gemidos llenos de dolor desde gargantas pretenciosas que se calientan en lo primitivo.
Esto de los rituales no es una cosa menor, se trata- nada más ni nada menos- de voltear la cuarta pared.
La actriz y el actor están a punto de cruzar esa barrera peligrosa y única que los llevará hacia “sus vidas paralelas”, hacia el milagro del teatro.

EL CAMINO DIONISÍACO

Trabajito jodido para el director, líder en este caos de esbirros del demonio. A decir verdad, la preparación nunca termina. Se inicia en los primeros pasos y se revive en cada performance porque cada función es una experiencia diferente. Por otra parte, no siempre “cae el ángel” sobre el escenario.
Las luces, el vestuario, la letra: demasiado para un ser humano. El actor es una especie de héroe caído del “Olimpo”, que se estabiliza en las tablas de una caja cúbica: el escenario, siempre en riesgo.

LA LATA DE CERVEZA

Existen circunstancias especiales a superar sin que la función sea afectada. Es fundamental no olvidar el talismán a colgar del cuello y apretarlo antes de salir al escenario, aunque algunos prefieran apretar su propio cascabel, o una lata de cerveza vacía, a un costado del telón. Siempre se puede recurrir a esa lata para orinar antes de salir a escena. Más, cuando los baños- generalmente- están lejos de las tablas o no existen.
Antes de cada función y hasta salir al ruedo, todo es penumbras. Luego el aire desvanece las sombras y el milagro ocurre, a veces.

VIDAS PARALELAS

Contra todo sentido común, las actrices, los actores no se ponen disfraces ni máscaras para hacer “como que son otros”. Por el contrario, actuar implica sacarse las máscaras con las que nos defendemos en nuestras vidas cotidianas, para presentarnos desnudos y, así, atravesar la cuarta pared.

"Renacer" manuel Ruiz ballen
“Renacer” manuel Ruiz Ballen

El escenario no es una simple representación. Allí, sobre esas tablas de madera pisoteadas por las emociones de las actrices y de los actores, se presentan existencias.
Entonces, comprendemos que todos estos rituales tienen sentido. Aparece la recompensa: la respuesta del público, que nos hace renacer en cada función.

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