Claroscuros: sobre un recital de “Cuerdos Vocales”,  en el Espacio Tucumán, CABA.

Por Josefina Bravo

BOCADO DE ENCUENTRO

Atravesada la puerta al Espacio Tucumán, a eso de las 19:30 hs, nos invadió el olorcito a empanada norteña. La cosa era así: después de la boletería, había un montón de mesitas redondas con sus sillas y la gente tomaba un café de tardecita o se daba un bocado de cena temprana. Sobrevolaba un bullicio de conversación, de encuentro. Al fondo, un telón cerrado separaba esa cantina del lugar donde veríamos el espectáculo.

En este último concierto del ciclo “Cuerdos Vocales con invitadas” les concurrentes comentaban si era la primera, la segunda o la tercera vez que venían. Más de une dijo, con orgullo, haber estado en todos. Yo era una primeriza. Había viajado desde mi casa en Santa Rosa, La Pampa, especialmente para la ocasión.

ONDULAR EL NEGRO

Cada uno de los cinco conciertos de este ciclo, apoyado por el Instituto Nacional de la Música, contaría con la participación de una cantante referente del folklore argentino. Los “Cuerdos” ya habían compartido escenario con Nadia Larcher, Charo Bogarín, Milena Salamanca y Lorena Astudillo. Para este último, la invitada era Teresa Parodi.

Cuando fue hora, abrieron un costado del telón negro que nos separaba del salón y la gente empezó a pasar para acomodarse en las sillas, que formaban una pequeña medialuna, casi en un abrazo al escenario.

Ya en una butaca, con bebida y empanada en mano, esperaba la apertura del show. En el escenario había varios micrófonos de pie. Sobre el telón negro del fondo, comenzó a proyectarse un video con imágenes y musiquitas de los conciertos anteriores. El video ondulaba sobre el negro del telón, que acercaba y alejaba claroscuros de imágenes, dale mostrar y ocultar, según el misterioso azar de sus pliegues. Y, en esos dobleces, se lucían las voces cantadas.

De repente, el video terminó y el telón volvió a su negro habitual, mientras las voces de “Cuerdos Vocales” comenzaron a serpentear la llegada. El cálido soplo de la voz giró entre nosotrxs. Detrás, en filita india, entraron ellxs para ocupar el espacio entre el escenario y los espectadores, en el centro de la sala. Nos convidaron allí, casi en la boca, la primera canción.

ALMA C@NTADA

WhatsApp Image 2019-08-21 at 10.45.20Luego subieron al escenario y el director dijo unas palabras de agradecimiento, contó un poco qué íbamos a escuchar y, enseguida, la sala se volvió a inundar de música. A veces, el arreglo era para siete, otras para seis. Y el director se paraba adelante para encauzar las voces del grupo.

Así, llegó el momento de sumar la voz invitada: subió Teresa al escenario. Una pareja de bailarines se adentró al corazón de la sala y -muy lento y muy suave- comenzó a moverse, cuando se escucharon los primeros sonidos de “Tarumba”, que se deslizó hasta nosotrxs con toda su ternura. Luego, los anfitriones dejaron sola a Teresa, quien se sentó con su guitarra y nos regaló “Esa musiquita”: canción dedicada al chamamé, género musical característico del litoral, su tierra natal. Con tanta emoción cantó, con tanta emoción escuchamos esa “musiquita del alma” que, al calor de los aplausos y en respuesta al pedido de “Cuerdos Vocales” y espectadores, accedió a mimarnos con otra de sus canciones.

Luego se despidió, no sin antes contar la hermosa experiencia que había sido compartir ensayos y escenario con un grupo vocal tan comprometido con la música.

tarumbaAhora vamos a cantar como nos gusta”, avisó el grupo en un momento. Y, atrás de los micrófonos, se hicieron montoncito, para tirar sus voces al fuego grupal y hacernos partícipes de su complicidad. Más tarde, volvieron a los micrófonos y el encuentro se dio en la voz y en la mirada. Se agruparon las chicas en una canción de cuna tan dulce como azul y, más tarde, los chicos estiraron el color en unas coplitas al agua.

Entre tema y tema, los “Cuerdos” andaban los claroscuros del escenario, movían sus tonos tierra y color de voz hacia atrás, hacia los costados o hacia adelante, siempre en busca de la mejor forma de contar la canción.

COLOR GRUPAL

¿Cómo se vive el folklore en la ciudad?

Entre bocinas, luces, sirenas y motores, voces y multiplicidad de estilos musicales coexisten. Donde, a veces, un sonido resalta y otro queda de fondo. O, simplemente, conviven en una versátil simultaneidad. De esa pluralidad de sonidos y músicas, el folklore toma elementos: así varía, muta, se transforma para enriquecerse. WhatsApp Image 2019-08-21 at 10.45.19Eso -sumado al amor a esa música del pueblo, a esa musiquita que desde siempre suena en los bailes, con la que crecieron tantas generaciones-, es lo que se escuchó en las voces del concierto. Así entienden los “Cuerdos Vocales” a la música popular. Desde el repertorio, con canciones de cuna y de juego, coplitas y temas clásicos del folklore nacional, hasta la técnica de luz y sonido, que supo acompañar los climas de cada canción. Todo resultó en un recital cuidado y amoroso.

Cada integrante del grupo tiene su trayectoria personal, se especializa en un instrumento, se desempeña como docente, participa de otras agrupaciones o desarrolla un proyecto solista. Tienen sus carreras por separado y también apuestan a lo grupal.

Saben que “Cuerdos Vocales” es más que la sumatoria de sus individualidades, todxs se potencian en la experiencia colectiva, en un fuego que crece en cuerpo y versatilidad de color. Y eso sucede cuando hay verdad en el hacer. Y se transmite. Y se respira.

Para el cierre del concierto, todxs bajaron del escenario.

Cantaron de cerquita, la luz era cálida.

Al fondo, el telón ondeaba su negro, movido por la música o por la vibración. Y se fue quedando quieto cuando bajó el sonido de la voz.

Encendido y muy cargado de emoción, el aplauso final.

Y vinieron los saludos, los abrazos, las felicitaciones, las fotos.

Muy de a poco, salimos de esa burbuja atemporal en que nos habían metido los“Cuerdos”y el lugar. Pero con la llama del hacer grupal encendida, esa belleza que se da en la creación colectiva y los ecos de esa musiquita, esa musiquita del alma…

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*Todas las fotos son de Pablo Jokanovich.

**Cuerdos Vocales es un grupo vocal de folklore argentino conformado por Jazmín Laurenza, Alejandro Randazzo, Julia Serafini, Alejo Trosman, Ingrid Fainstein Oliveri, Bernardo Guarrochena y Gastón Dvoskin, su director y fundador. El grupo tiene cinco años de trayectoria y ha participado en distintas salas y programaciones. Recientemente ganó en la sede La Matanza el rubro conjunto vocal para el Pre Cosquín y se encuentra en proceso de grabación de su primer disco.

***Debido al éxito de estos cincos conciertos, el Espacio Tucumán decidió auspiciar un segundo ciclo que contará con la participación de referentes del folklore de su provincia. Próximamente van a estar publicando las fechas en sus redes: http://www.facebook.com/cuerdosvocales y http://www.instagram.com/cuerdosvocales.

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