EL OJO URBANO
El miedo: sobre la poda y la tala de árboles indiscriminada en CABA.
Por Isabel D’Amico

 

ATADA A TI

-Dale, venite, estoy muy angustiada -me dijo. Y no lo dudé un segundo, aunque no la conocía.

Mientras manejaba hacia su casa, pensaba cuánto nos unía: vivir en la misma comuna de la ciudad de Buenos Aires, abrazar una misma causa y estar en alerta. Me conmovió verla en las redes, atada a ese árbol sin copa, a la vez que sus hijos adolescentes revoloteaban como pichones asustados alrededor de ella.

Al llegar, todo había pasado. Carolina estaba en la vereda, la recorría para memorizar la sombra de su árbol añoso, aquel que intentó defender desesperadamente.

Al verlo entendí, ya era tarde.

 

¿QUÉ PODA PODÉS?

Hay que podar únicamente por motivos importantes. La poda lastima y debilita a los árboles y a todas las plantas. Un árbol podado vive menos que uno sin podar. Por los cortes, entran enfermedades y parásitos. Así, la planta pierde parte de su cuerpo. Después, brota rápido porque necesita reponer la zona ablacionada que, claro, regresa pero más débil. Una poda bien hecha puede salvar un árbol enfermo.

¿Quién instaló que los árboles “deben ser podados”?

Sabemos algunos motivos, los plátanos suelen tapar los desagües. En esos casos, si se poda bien, no hay mayores daños. Pero, cuando se poda mal, los plátanos terminan por padecer de abultamientos terroríficos. Algunas ramas rozan cables o tapan lámparas. Para que el árbol dé más sombra o forme la copa más abajo, se deben cortar las puntas de muchas ramas. Los árboles desequilibrados son pasibles de poda. Las ramas muertas pueden caer o lastimar. El imaginario instalado insiste en podar todos los años para conseguir una potencia del árbol, que los más calificados desaconsejan.*

 

DIENTES GRANDES

En la necesidad de encontrar alguna herramienta para defendernos de los “Orcos” -así los llamo, por su poder destructivo-, debo reconocer en las autoridades del gobierno de la ciudad un carácter diferente al original. El toque marketinero reemplazó su comportamiento hosco por otro muy amigable, pero igual de letal. Uno de los pocos refugios de los ciudadanos es la ley. Una ley por momentos seductora que, por un tiempo, otorga el dulce sabor del triunfo de un “amparo”. A menudo todo se desdibuja y las argucias crecen como monstruos. Los sellos de sus ojos cargados de impunidad rematan con gruesa tinta negra una ingeniería jurídica cada vez más destructiva, perversa y falsa.

Comuna 10, talaron dos árboles históricos en la plazoleta de Versalles (enero 2021)

 

NI 100 ARBOLITOS

Los árboles de follaje frondoso reducen la temperatura hasta 10° C. Absorben los gases contaminantes y el agua de lluvia, al ralentizar la caída de la misma. Producen oxígeno. Son pantalla para los rayos UV, causantes de cáncer de piel. Disminuyen la contaminación visual y sonora. Son cobijo y hábitat de fauna. Otorgan sensación de sosiego frente al estrés de la vida en las ciudades. Forman parte del patrimonio paisajístico de nuestra identidad barrial y de nuestra memoria personal y social.

“Troncos” Xul Solar

100 arbolitos nuevos no reemplazan los beneficios de un árbol añoso. Lo escribe en los volantes María Angélica Di Giacomo, de “Basta de Mutilar Nuestros Árboles”.

 

DENUNCIA EN RAMAS

El 14 de julio de 2017  se decretó una medida cautelar, mediante la cual se ordenó al GCBA que suspendiera cualquier actividad de poda y/o tala del arbolado público existente en la ciudad. Y El 24 de febrero de este año recayó sentencia en la causa.

Se hizo lugar a una nueva acción de amparo y se ordenó al GCBA publicitar las acciones correspondientes a la gestión del arbolado público, como del Plan Maestro de Arbolado Público y del censo arbóreo.***

Así se logró suspender la tala de algunos de los 63 árboles ubicados en diferentes calles de la Comuna 12. En especial, 40 ficus benjamina, distribuidos entre otras especies a lo largo del Boulevard San Isidro Labrador al 4200.

 

LA SOMBRA ES NUESTRA

En febrero de este año, la Justicia de la Ciudad ordenó al gobierno porteño suspender la tala, la poda y la extracción de árboles, hasta tanto se implementasen medidas para conservarlos y se informara con transparencia a los vecinos sobre las gestiones del arbolado público. Con esta modalidad, según “Basta de Mutilar nuestros árboles” se salvarían de la poda, aproximadamente, unos 35.000 ejemplares de plazas, a la vez que otros 7000 no serían extraídos.

Si el gobierno de la ciudad incluyera ” en serio” a los vecinos  para cuidar y/o advertir sobre aquellos ejemplares necesitados de intervención, todo sería mucho más fácil.

La prepotencia aplicada en este terreno solo nos deja sombras.

 

DE TERROR

El gobierno porteño tercerizó la poda. Hay un grupo de empresas que hegemoniza el sector. Su tarea, en ningún caso, tiene relación con la botánico o con el paisajismo. El negocio es acumular trozos de ramas y, muchas veces, gruesos troncos vivos cortados al medio. Todas tuvieron un aumento del 500% en sus tarifas. Cobran por árbol entero o fraccionados.

Dalí “Las tres esfinges Bikini”

 

ATENTI

Hay un plan Maestro.

Desde la sanción de la Ley 3263, hace más de 10 años, el sistema informático libre, gratuito y público contempla las acciones correspondientes a la gestión del arbolado público (art. 4 inciso G, ley 3263).

Se fija, entre otros puntos: “Colocar un cartel junto a los ejemplares a ser talados y el plazo de 10 días, donde se informe sobre las circunstancias que motivan la decisión respectiva”.**

 

CON LA COPA LLENA

Me reencontré con ella una semana después. No pude ver su sonrisa, aunque el elástico flojo de su tapabocas me anticipaba una “u” amplia, abierta. Cuando me lo contó, me bastó mirar sus ojos para dimensionar la alegría. Un amigo experto evaluó el daño del árbol de su vereda y le dijo:

-Carolina, ¡tu árbol tiene brotes!

Tener la verdad de su lado no la salvó del sufrimiento, pero su actitud era distinta después del diagnóstico.

Subí al auto y, al pasar frente a su casa, el tronco y ella me saludaron, a su manera. Sus cuerpos ya no eran los mismos aunque, la entereza y la perseverancia permanecían intactas en los dos.

 

Proverbio chino: “Hace más ruido un árbol al caer que un bosque que crece”

 

ANTE CUALQUIER EMERGENCIA, SEGUÍ ESTOS PASOS: LLAMAR AL 911 – LLAMAR A LA FISCALÍA – AVISAR QUE NO SE CUMPLE CON LA LEY 3263 – Artículo 15

 

* Museo Argentino de Ciencias Naturales

** Texto de María Angélica Di Giácomo, de “Basta de Mutilar nuestros árboles”

*** Fallo del Juzgado Contencioso Administrativo Tributario N 13 – Juez Guillermo Scheibler – Nuevo Amparo presentado por la Dra. Claudia Heras.

 

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